Hoy estaba atascada y no
sabía sobre qué escribir pero me he topado con la película El Médico y aquí
estoy, intentando transmitiros lo que me ha parecido. Pero primero debo
hablaros del libro que me leí hace mucho tiempo, unos veintiocho años atrás, y
del que recuerdo ”la esencia”, ya sabéis de mi mala memoria…
Una de mis pasiones es
leer. Me aporta muchísimo. Te abre la mente, te evades y vives otras vidas, en otros países,
otras culturas…aprendes sin darte cuenta, disfrutando, de ahí que se diga que leer
es cultura. Es como magia, dar con un buen libro y que no puedas dejar de leerlo.
Hay veces que no paro hasta que me vence el sueño, he llegado a apagar la luz a
las cinco de la mañana y seguir nada más despertarme, después de haber soñado
con la historia. Si el libro me ha gustado y me ha tenido enganchada de
principio a fin, cuando lo acabo siento una especie de vacío y sólo pienso en
tener suerte y dar con uno tan bueno o mejor que el terminado. Para que os hagáis
una idea, he estado sin televisión seis meses y no lo eché en falta, no me daba
tiempo, eso sí me convertí casi en ermitaña devoradora de libros y llegué a
enterarme de que había nuevo Papa por un chat. Al darme cuenta de que tampoco
podía vivir de espaldas a la realidad me compré una TV en oferta y ahora soy
capaz de combinar ambas cosas en su justa medida. A día de hoy leo, escribo,
limpio, cocino y veo la TV, aunque no tiene por que ser en ese orden.
Lo malo de las historias
que enganchan es que me mimetizo con lo que leo y acabo de pasar una racha malísima.
Han caído en mis manos cinco libros seguidos sobre las guerras mundiales, una
trilogía y otros dos. Mientras leía el asedio a Leningrado, dejé de comer;
leyendo los horrores que el comunismo hacía con la población rusa, lloraba
desconsolada; con las matanzas en el frente de ambas guerras, me moría de
angustia; al ver la maldad humana en su máxima potencia, me desesperaba; la
llegada en masa a Palestina, de los judíos que huían del holocausto, y las espantosas
consecuencias para el pueblo palestino, me revolvían…lo único que me ayudaba
con tanta desazón eran las historias de amor que sobrevivían a tanto espanto,
entonces el romanticismo me engullía y quería vivir un amor así, en toda su
plenitud…
Total, que si alguien
quiere hacer régimen, sólo tiene que ponerse a leer sobre carestía, escasez y
penurias, es súper efectivo.
Bueno, a lo que iba, que
me pierdo…
El libro de El Médico, me
cautivó y me enganché desde la primera página. Me pareció fantástico, era la
primera vez que leía sobre medicina, Oriente, otras religiones y sus
diferencias, el enfrentamiento entre fe y ciencia, el choque de culturas… Y
todo ello con una trama fascinante. Pues bien, la película me ha encantado, bien
es cierto que no es un fiel reflejo del libro ya que la reducción de la trama
es considerable, e incluso cambian la trayectoria de algunos personajes, pero
aún así es una maravilla. La ambientación es increíble, todo rodado en
escenarios naturales; la fotografía alucinante, hay imágenes que parecen
cuadros; las actuaciones buenísimas, Tom Payne, se sale y Ben Kingsley, estupendo como siempre; el
vestuario cuidado al detalle y la música magnífica, Son casi dos horas y media
de película que se te pasan sin darte cuenta, te atrapa.
Da gusto ver pelis así, de las que te dejan buen sabor de boca
Espero que si decidís verla, os guste tanto como a mí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario