martes, 4 de marzo de 2014

Nuevos descubrimientos

Hasta que me quedé en paro no me di cuenta de lo que conlleva ser “ama de casa”. 
Tiene un contenido infinito elevado al infinito.

Pongamos como ejemplo hoy: me levanto y voy a desayunar, momento que dedico a la lectura de chats y Facebook, lo que me puede llevar una hora. Al recoger el desayuno me fijo (siempre que lleve las gafas para la presbicia, claro) en que los mandos de la cocina están ligeramente sucios, me decido a limpiarlos (nunca con KH7 que borra los números) para lo que hay que desmontarlos, limpiar, secar y volver a montar sobre la base limpia, esto que parece tan sencillo precisa de pericia y de los elementos idóneos como cuchillo largo y estrecho, estropajo fino y flexible (los de Tiger son los mejores) y lavavajillas antigrasa no corrosivo (mi Fairy del alma) y cuando estás en pleno trajín ves que la rejillas también necesitan un repaso y en pleno furor se te ocurre abrir el horno ¡¡¡¡¡ error!!!!!. Lo que pudo solucionarse en 20 minutos pasó a requerir 2 horas ya que con las gafas de presbicia se ve todo, todo y todo.

Orgullosa de mí misma y mis habilidades limpiadoras voy al salón con un folleto que me quiero leer sobre una obra de teatro con Lola Herrera y Héctor Alterio, 2 actores que me apasionan, pero se cruza en mi camino mi  Princettia chuchurría, me apiado de ella y decido intentar salvarla, así que quito las hojas secas, añado tierra, hablo con ella y me meto en Google para ver pasos aseguir, entonces recuerdo que debo regar el resto así que me pongo a ello. Una vez terminado con el trajín floral de camino a mi cuarto veo papeleo pendiente y decido ordenar y reciclar el papel sobrante, total que lo que empezó por un desayuno tranquilo acabó por llevarme toda la mañana.

Conclusión: a partir de ahora iré a desayunar sin gafas.

Y cuando me pregunten ¿qué hiciste ayer? Yo contestaré con una sonrisa…nada, cosas de casa, ya sabes…



2 comentarios: