El post de hoy no es
fácil, llevo días dándole vueltas a la cabeza sobre si debo escribir lo que
opino, que para eso este es mi blog personal, o no lo hago ya que se trata de
un tema impopular. Para ello he investigado, analizado
y valorado todos los puntos de vista para intentar ser objetiva, algo que no es
nada fácil. Ahora la moda es poner verde a
las fuerzas de seguridad del estado por hacer su trabajo que no es otro que defendernos.
Pero mi baremo de justicia está saturado por tanta indignidad hacia ellos.
Se lleva ir de progres y
liberales pero de una forma malentendida, yo también me considero progre si se
entiende como que quiero libertad, igualdad y seguridad social, pero no a base
de mamporros, insultos y agresiones, y no un todo vale que parece ser que es lo
que prima en la sociedad en que vivimos. Entiendo el espíritu crítico, es la
base para avanzar y crecer, pero con cabeza y dejando de lado ideales políticos
y más en estos días, en los que las fronteras entre los partidos políticos son
cada vez más ambiguas.
Ahora lo que nunca entenderé
es ser ultra, tanto de derechas como de izquierdas, por que pienso que el
extremismo embota la mente. Su definición lo dice todo: “Tendencia a adoptar
actitudes o ideas extremas o exageradas, sobre todo en política”. Como vivimos
en democracia y debemos tener cabida todos, además de que creo que la
pluralidad suma y no resta, convivamos todos en paz y que si yo salgo a
protestar por algo, estoy en mi derecho, tenga la posibilidad de hacerlo sin
que se añada esta gente violenta, cuya única función es destrozar y
desestabilizar, distorsionando el mensaje de dicha manifestación, y me dejen
expresarme en libertad. Y que la policía demuestre su profesionalidad sin
desatar la violencia en la que pagan justos por pecadores, y ciudadanos honrados
se ven atacados por los defensores del orden. Como todos tenemos derechos, yo
solicito el mío de ser defendida de estos brotes de violencia por los que
trabajan para ello, la policía, pero siempre con respeto y sabiendo diferenciar
a los ciudadanos libres de los violentos. Sé que es una utopía ya que la
violencia llama a violencia pero me apena que una profesión en la que hay muchísima
valía se vea desacreditada por el abuso de poder de algunos pocos.
Muchos días de mi vida
pongo en práctica una de las enseñanzas más valiosas de mi madre “antes de
evaluar, ponte en el lugar de la otra persona” y me ha valido de mucho en el
colegio, la vida profesional, los amigos…por que la vida está conformada por
personas y no por ideales políticos o religiones. Personas con ideales y
creencias, pero personas. Por eso, si tras una manifestación llena de focos de
violencia sin sentido en la que la policía debe intervenir en pos de la
seguridad y el orden, hago el ejercicio de ponerme en el lugar de ambas partes, os aseguro sin lugar a dudas que la balanza sale ganadora hacia la policía.
Es verdad que la Policía
está formada por gente preparada, con educación y con estudios y que los
atacantes, puede que no. Que los policías están cumpliendo con su labor ya que
se trata de su trabajo, y los otros no. Que los policías nos están protegiendo como
sociedad y los otros nos están atacando. Que la policía intenta salvaguardar la
tranquilidad y el orden y los otros provocar la discordia y el desorden. Que la
policía intenta evitar el vandalismo que nos cuesta miles de euros en cada
intervención de los violentos, que arrasan con todo lo que pueden a su paso ya
sea privado o público. En definitiva que la policía nos defiende y los
delincuentes nos atacan.
Pero siendo justos, también
está la otra cara de la moneda, el policía violento que no diferencia ni
filtra, el que abusa de su autoridad, el corporativista y defensor de los suyos
aún sin razón, el que actúa bajo su inmunidad policial… pero creo sinceramente
que son los menos y que en situaciones de tanta tensión, tienen que potenciar al máximo su autocontrol y realizar su trabajo con profesionalidad, con todo lo
que eso conlleva.
Por tanto, después de
esta reflexión, sigo sin entender el por qué de que se nos venda a la policía
como los malos de la película. A lo mejor dicha visión sesgada se terminaba
teniendo un familiar policía y sabiendo todo lo que tienen que aguantar a
diario.
¿Esto es libertad de expresión ?
Con la foto anterior
quiero que hagáis el ejercicio de ponernos en su piel, ¿te imaginas tener que
aguantar esto en tu trabajo? , es verdad que sufrimos otro tipo de situaciones
tensas como el jefe despótico o el mobbing laboral, que he vivido en primera
persona y te destroza, pero la actitud que transmite la foto es humillante y
vejatoria, y la profesionalidad del agente es encomiable. Pero no se habla de
esta imagen, se habla de las de la represión policial, que no defiendo en
ningún momento, pero si hablamos, hablemos de todo.
La prensa, debe investigar
y analizar ambas posiciones, y después informar sin sesgar, nos merecemos un
periodismo ecuánime, lo sé, otra utopía…
Que se sientan
respaldados por la sociedad y no continuamente juzgados. También sé que diréis
que es algo que va incluido en su profesión, que deben saber llevar los
insultos, los ataques, las provocaciones…pero vuelve a mí el mismo pensamiento
recurrente, son personas…así que el que nunca se equivoque que lance la primera
piedra.
Creo que la base de todo
es el equilibrio y que deberíamos luchar todos a una por ello.
Necesitamos una policía más en
el pellejo del ciudadano, que los sintiéramos más cercanos y que los violentos se dediquen a sacar su
agresividad a través de otras prácticas y no coartando nuestra libertad de
expresión con un arma tan potente como el miedo.
Ahí lo dejo.
Cuanta razón tienes, los extremismos siempre son malos pero ni aun con todos los datos en la mano me atrevo a opinar.
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