Estoy ligeramente
inquieta, me toca renovar el carnet de conducir y llevo una semana sin pegar
ojo.
Sé que puedo vivir sin
carnet como tanta otra gente, pero la verdad es que saber que lo puedes utilizar, como que te quita un peso de encima.
Seguro que pensáis… ¿Dónde
está el problema? Pues en que tengo una pesadilla recurrente desde la última
renovación, donde todavía veo luces azules y blancas y me siento perdida. Os
cuento.
Fui muy contenta y
pizpireta a hacerme la revisión médica habitual, la prueba del equilibrio con
la maquinita y la del oído fueron fenomenal pero cuando llegó el momento visión,
ahí empezó mi calvario… imposible ver las letras a 3 km , que tampoco creo que sea
necesario ver carteles informativos a esa distancia ¿no? Con verlos a 500 metros , ni tan mal…
pero claro así no había manera…tras varios intentos infructuosos me preguntó:
-
Él: ¿usted
usa gafas?
-
Yo:
parpadeando coqueta “si, claro llevo lentillas”
-
Él: ¿¡puestas!?
-
Yo: claro…
-
Él: ¡¡pero si
no ve nada!! Tiene que volver a graduarse
-
Yo: no… es
que las lentillas no me cubren el 100% de la visión y tengo una gafas para
lejos (cine, conducción…)
-
Él: ¿Y dónde
están esas gafas????
-
Yo: pues en
el coche, claro…(que pregunta tan absurda)
Superado ese momento dice
que me tiene que hacer la prueba del deslumbramiento, yo que nunca había oído
hablar de ella, le miro de lado con cierta cara de duda. Debo aclarar que iba
en actitud defensiva porque me acababan de contar que había habido ciertos
abusos en estos reconocimientos con algunas chicas, que habían terminado haciéndolas
una revisión un poco atípica (en ropa interior), con la excusa de la revisión médica
completa, vale que debían ser almas cándidas pero hubo varias… y a mí me sonó
rara dicha prueba. Me relajé al ver que no me pedía que me desvistiera pero
seguía un poco mosca, cuando enciende un foco enfrente de mí a unos 100 metros con unas
dimensiones escalofriantes, el diámetro debía ser de un metro, sin exagerar. Tras
el fogonazo me dice, “cuando vuelva a ver me avisa”, pasaban los minutos y yo
seguía entre luces azules y blancas que me atacaban sin cesar y oigo en la
lejanía “¿¡todavía no!?” en un tonito un poco repelente, así que tras la tensión
acumulada contesté airadamente : “¡ no existe un foco de estas dimensiones ni
en un OVNI del tamaño de Guadalajara!” , todavía no sé si se lo dije mirándole
a él o a una ventana ya que era incapaz de centrar la vista hacia ningún lado.
Al final entre refunfuños
me entregó el carnet pero confieso que tuve que estar haciendo tiempo antes de
volver a conducir para adecuar la vista a la luz exterior que en intensidad era
muy parecida a la del OVNI.
Mientras me dedicaba a
investigar en que centro le habían dado a mi padre su última renovación, para
utilizar en caso extremo la amenaza por haberle dado el carnet en sus
condiciones, me llegó una carta de la Mutua Madrileña ofreciendo a sus asociados
el Servicio Integral de Renovación del Carnet. Imagino que a sus mutualistas no
les harán el feo de negarles dicho documento así que he vuelto a recobrar el
sueño. Espero que no tengan la prueba del deslumbramiento ya que no la hacen en
todos los sitios. Ya os contaré en que acaba esta odisea.
Otra faceta importante en
este escabroso proceso es… ¡la foto! Parece algo vacuo y sin importancia, pero
es que dicha foto te va a acompañar durante 10 años y lo peor es que si la va a
ver alguien ese será siempre un policía o un Guardia civil y eso si que no. Las
fuerzas y “cuerpos” de seguridad del estado deben verme siempre IDEAL. Es una máxima
en mi vida, por ahí si que no paso…
Cuando me renové el DNI
tuve suerte y como nos atendía una chica policía simpatiquísima, admitió unas
fotos de carnet ideales de algunos años antes, pero en La Mutua te hacen las
fotos ellos, así que me tendré que arreglar y pintar como para una boda (pero
sin tocado) tras varias sesiones de rejuvenecimiento y cruzar los dedos. En
estos momentos no sé porqué pero estoy viéndome reflejada en mi madre.
A veces me doy cuenta de
que le doy demasiada importancia a algunos temas como este de ahora, sobre todo
cuando hablando con mis amigas me entero de que Raquel por ejemplo, no sabía
que el carnet de conducir se renovaba y no lo había hecho en su vida desde que
se lo sacó. O como una ex compañera de trabajo que salió de una ITV encantada
de la vida con ese taller que le puso el coche al día tan rápido y tan barato…
¿cómo puede alguien con coche no saber que es la ITV o que el carnet de
conducir se debe renovar? Me muero de envidia por esa despreocupación,
tranquilidad o falta de atención sobre temas tan cotidianos y que están en boca
de todo el mundo, me quedo perpleja…
Lo único que saco de
bueno de todo esto es que ya me darán el formato nuevo, tipo tarjeta, y me desharé
del antiguo de cartulina rosa que no cabe en ningún billetero y es cutre e incomodísimo.