jueves, 24 de abril de 2014

Renovaciones

Estoy ligeramente inquieta, me toca renovar el carnet de conducir y llevo una semana sin pegar ojo.
Sé que puedo vivir sin carnet como tanta otra gente, pero la verdad es que saber que lo puedes utilizar, como que te quita un peso de encima.
Seguro que pensáis… ¿Dónde está el problema? Pues en que tengo una pesadilla recurrente desde la última renovación, donde todavía veo luces azules y blancas y me siento perdida. Os cuento.



Fui muy contenta y pizpireta a hacerme la revisión médica habitual, la prueba del equilibrio con la maquinita y la del oído fueron fenomenal pero cuando llegó el momento visión, ahí empezó mi calvario… imposible ver las letras a 3 km, que tampoco creo que sea necesario ver carteles informativos a esa distancia ¿no? Con verlos a 500 metros, ni tan mal… pero claro así no había manera…tras varios intentos infructuosos me preguntó:

-          Él: ¿usted usa gafas?
-          Yo: parpadeando coqueta “si, claro llevo lentillas”
-          Él: ¿¡puestas!?
-          Yo: claro…
-          Él: ¡¡pero si no ve nada!! Tiene que volver a graduarse
-          Yo: no… es que las lentillas no me cubren el 100% de la visión y tengo una gafas para lejos (cine, conducción…)
-          Él: ¿Y dónde están esas gafas????
-          Yo: pues en el coche, claro…(que pregunta tan absurda)


Superado ese momento dice que me tiene que hacer la prueba del deslumbramiento, yo que nunca había oído hablar de ella, le miro de lado con cierta cara de duda. Debo aclarar que iba en actitud defensiva porque me acababan de contar que había habido ciertos abusos en estos reconocimientos con algunas chicas, que habían terminado haciéndolas una revisión un poco atípica (en ropa interior), con la excusa de la revisión médica completa, vale que debían ser almas cándidas pero hubo varias… y a mí me sonó rara dicha prueba. Me relajé al ver que no me pedía que me desvistiera pero seguía un poco mosca, cuando enciende un foco enfrente de mí a unos 100 metros con unas dimensiones escalofriantes, el diámetro debía ser de un metro, sin exagerar. Tras el fogonazo me dice, “cuando vuelva a ver me avisa”, pasaban los minutos y yo seguía entre luces azules y blancas que me atacaban sin cesar y oigo en la lejanía “¿¡todavía no!?” en un tonito un poco repelente, así que tras la tensión acumulada contesté airadamente : “¡ no existe un foco de estas dimensiones ni en un OVNI del tamaño de Guadalajara!” , todavía no sé si se lo dije mirándole a él o a una ventana ya que era incapaz de centrar la vista hacia ningún lado.


Al final entre refunfuños me entregó el carnet pero confieso que tuve que estar haciendo tiempo antes de volver a conducir para adecuar la vista a la luz exterior que en intensidad era muy parecida a la del OVNI.

Mientras me dedicaba a investigar en que centro le habían dado a mi padre su última renovación, para utilizar en caso extremo la amenaza por haberle dado el carnet en sus condiciones, me llegó una carta de la Mutua Madrileña ofreciendo a sus asociados el Servicio Integral de Renovación del Carnet. Imagino que a sus mutualistas no les harán el feo de negarles dicho documento así que he vuelto a recobrar el sueño. Espero que no tengan la prueba del deslumbramiento ya que no la hacen en todos los sitios. Ya os contaré en que acaba esta odisea.

Otra faceta importante en este escabroso proceso es… ¡la foto! Parece algo vacuo y sin importancia, pero es que dicha foto te va a acompañar durante 10 años y lo peor es que si la va a ver alguien ese será siempre un policía o un Guardia civil y eso si que no. Las fuerzas y “cuerpos” de seguridad del estado deben verme siempre IDEAL. Es una máxima en mi vida, por ahí si que no paso…

Cuando me renové el DNI tuve suerte y como nos atendía una chica policía simpatiquísima, admitió unas fotos de carnet ideales de algunos años antes, pero en La Mutua te hacen las fotos ellos, así que me tendré que arreglar y pintar como para una boda (pero sin tocado) tras varias sesiones de rejuvenecimiento y cruzar los dedos. En estos momentos no sé porqué pero estoy viéndome reflejada en mi madre.

A veces me doy cuenta de que le doy demasiada importancia a algunos temas como este de ahora, sobre todo cuando hablando con mis amigas me entero de que Raquel por ejemplo, no sabía que el carnet de conducir se renovaba y no lo había hecho en su vida desde que se lo sacó. O como una ex compañera de trabajo que salió de una ITV encantada de la vida con ese taller que le puso el coche al día tan rápido y tan barato… ¿cómo puede alguien con coche no saber que es la ITV o que el carnet de conducir se debe renovar? Me muero de envidia por esa despreocupación, tranquilidad o falta de atención sobre temas tan cotidianos y que están en boca de todo el mundo, me quedo perpleja…


Lo único que saco de bueno de todo esto es que ya me darán el formato nuevo, tipo tarjeta, y me desharé del antiguo de cartulina rosa que no cabe en ningún billetero y es cutre e incomodísimo.


miércoles, 23 de abril de 2014

Energía familiar (cont.)

Por petición de mis lectores voy a hacer una ampliación del post anterior.

La verdad es que han sido unos días de emociones fuertes desde el principio, la mañana siguiente a llegar, mi hermano Javier participaba en un programa de radio y tuvo unas emotivas palabras para la familia y para mí. Me sentí importante y glamurosa, que hablen de una en la radio no es moco de pavo ¿no?. Cuando al día siguiente me volvió a nombrar no me afectó tanto, como que ya estaba acostumbrada, era lago normal en mi vida… ¡qué rápido se acostumbra uno a la fama!

Después de este subidón quedo con mis primas Tarrío para tomar el aperitivo y celebrarlo. Estaban Ana, Chiqui y Blanca con sus hijos, a los que tenía muchas ganas de ver ya que viven en Cambridge y nos vemos de Pascuas a Ramos.


Tanto Nathan como Juan son unos bellezones que van a romper corazones en breve y además los niños más educados del mundo, unos soles a los que ya echamos de menos. Como a la llamada familiar nadie puede resistirse, también aparecieron las Leonores y como remate de fiesta apareció el soltero de oro de Santander, Lalo ojos azules. Chiqui nos puso al día de sus conquistas y yo creo que entre que sólo éramos chicas y Chiqui no paraba de vendernos sus bondades, empezó a tener prisa por salir de allí y nos regaló poco tiempo con su presencia.

Es verdad que todavía quedabann muchas cosas por comentar del día de la alubiada, así que allá voy:

Antes que nada quiero agradecer, si no lo he hecho ya, a Chiqui que haya cogido el testigo de su madre para hacer de gallina clueca de esta nuestra familia. Gracias Chiqui por las alubias que estaban de muerte y por la organización. Si no me equivoco creo que lograste juntarnos a 42 entre tíos, primos y sobrinos. Una gozada, la verdad.

No puedo dejar tampoco de mostrar gratitud a Alfonso por abrirnos las puertas de sus instalaciones, incomparable spa en Cantabria, para la agotadora labor de intentar rejuvenecer a mi familia y la califico de  laboriosa porque era imposible que mientras les hacía la sesión, siempre muy profesional, se mantuvieran calladas y sin reírse. ¿Quién conoce un spa en el que el personal deba mandar callar a sus clientes?

Gracias a que contábamos con Gabi y su farmacia pudimos superar los malestares familiares que no eran pocos… catarros, dolores de cabeza, anti gases para la descontrolada ingesta de alubias e ibuprofenos a tutiplén.

Fuimos recibidos por Cucu  que para mi gusto iba excesivamente vestido para la ocasión, los demás a su lado no éramos nadie. Cuando le comentábamos que iba muy elegante nos hizo saber que llevaba “hasta calcetines negros”, cosa que podíamos constatar de inmediato, tan sólo bajando la vista a los pies ya que llevaba bermudas…



Otro de los momentos culminantes del día, fue una vez más el protagonizado por el gran diseñador gráfico de la familia, Iñigo Ramos. No sé si os habéis enterado de que Chiqui tiene un puesto en el mercadillo de Tetuán que se llama “Lola Importa”, Lola por tía Lola la mayor de las García de Lago y su madre, pues bien, el diseño es fabuloso y nos encantó a todos, Lo publico para que podáis apreciarlo en todo su esplendor. Una vez más te has salido, Iñigo ¡enhorabuena!

Sigo insistiendo en que se parece muchísimo a Gabriela 

Tuve la suerte de encontrarme con una de mis múltiples dobles en esta reunión familiar, no era María Suelves como en otras ocasiones, gracias a la sesión de rejuvenecimiento del día anterior, esta vez era Elsa Pataky. Aunque me apena decirlo hubo un momento de mi vida, con 15 años, que un amigo de mis padres, estaba empeñado en que era igual a Bo Derek… ni más ni menos… y quería que me llenara el pelo de trencitas como ella. Aquí fue donde empecé a desarrollar el sentido del ridículo que tanto me ha martirizado en mi juventud. Aunque ahora en la lejanía, no me digáis porqué... si que veo cierto parecido…¿qué opináis?



Puedo decir con orgullo que hemos madurado, vale, puede que  más tarde que temprano, pero el caso es que después del estupendo aperitivo de Leonor y el queso picón de los Ramos, todo ello bañado por la cerveza de los Ceruti y el vino de los tíos, comimos alubias hasta el hastío y cuando empezamos a hacer la digestión, Cucu se puso manos a la obra y nos agasajó con una parrillada de chorizo, morcilla que finalizamos con los percebes de Pablo, y lo más admirable de todo esto es que ¡¡nadie terminó beodo!! Y mira que a esta familia nos gusta disfrutar de las bebidas espirituosas sin hacer feos a marcas, tipos o graduación…

Momento siesta/digestión de los señores al sol.

También es verdad que no sabemos quedar para comer sin terminar cenando pero no miento si digo que ha sido una de las reuniones más divertidas y tranquilas de las hechas hasta el momento. Insisto una gozada.


La vuelta a Madrid fue menos dura de lo esperado ya que esta vez lo hice en buenísima compañía y no tuve que utilizar blablacar. Me acoplé en el coche de Elsa y Nacho y fue fantástico, de Santander a Burgos cabezadita acunada por Pablo Alborán, parada en Sotopalacios para comprar morcillas y de camino a Madrid, relato de mi vida para que Leticia pudiera ubicarme, mientras ellos dos engullían pipas desenfrenadamente. Chicos espero que se cumpla lo de vernos más en Madrid.

Elsa Pataky y Nacho, el rompe corazones.

Con esto creo que no me dejo nada en el tintero y aviso desde ya... familia no puedo hablar de todos vosotros en cada post porque sino no tendría descanso... tened piedad de mí...

lunes, 21 de abril de 2014

Energía familiar

Después de unas renovadoras vacaciones de Semana Santa en las que he disfrutado muchísimo, aquí estoy de vuelta.

La aventura empezó haciendo el viaje como pasajera de blablacar, el conductor era muy simpático y entretenido pero yo que iba con la intención de dar una cabezadita me encontré de copiloto y sin posibilidad ninguna de esquivar la charla, todo iba bien hasta que hablamos de Ucrania… no sé si os mencioné que el conductor era ruso… noté cierta tensión cuando me intentaba convencer de que los militares estaban allí desde hacía años y que por tanto no sabía por que se le daba tanta importancia, pero se le torció ligeramente la cara cuando le comenté dulcemente que me parecía raro que se pasearan en tanque por las calles… al final quedamos en tablas al decidir que como siempre se trataba de intereses políticos y económicos y que nosotros poco podíamos hacer ahí…

Como cada vez que voy a la tierruca, veo a todos mis familiares por ambas ramas aunque los García de Lago son bastante más numerosos y bulliciosos, los Ceruti son súper acogedores y aunque no os lo creáis siempre parecen contentos de vernos, además gracias a tío Eduardo he descubierto bastantes cosas de mi abuelo paterno, Florencio Ceruti, un gran desconocido del que siempre he querido saber más.


Todo empezó cuando vi el cuadro de la hermana pequeña de mi abuelo, Mercedes Ceruti, que me sorprendió por guapa y por tener el distintivo de esa familia, unos ojos preciosos. Me enteré de que al ser la única chica, era la preferida del abuelo y que cuando volvió de su viaje a África le trajo un mono tití del que no se separaba, bueno… y de algunos secretillos sobre los que seguiré indagando. Para empezar tengo pendiente leer el libro que escribió “África la virgen” y que ya se ha leído casi toda la familia menos yo.



Descripción que hacen de mi abuelo como nota aclaratoria del autor:
Periodista, aviador e hijo del Barón de Peramola, alcalde de Torrelavega.







Hemos tenido unos días buenísimos, con sol y temperaturas estupendas, una tarde incluso estuvimos en la playa pero aún así fuimos incapaces de saltarnos el chocolate con churros de Aliva. 

Gracias a la alubiada organizada por Chiqui para que nos reuniéramos todos en casa de Alfonso Tarrío, nos hemos puesto al día y nos hemos enterado de que Lis está a régimen y pasea casi todos los días, que Chiqui tiene un súper puesto en el Mercadillo de Tetuán, que yo tengo una máquina mágica que rejuvenece, que los ricachones de la familia están en Martinica y que varias primas no son ni gordas, ni frioleras, ni antipáticas… ante todo esto ¿cómo no voy a volver feliz?

Leonor siguiendo a Javier después del tratamiento rejuvenecedor

Todo esto bañado de recuerdos de nuestra juventud, al entonar las canciones que mi madre adaptaba a sus sobrinos Ramos y los cánticos que nos hacía entonar bajo la lluvia, dedicados al sol.

A Macarena le cantaba la siguiente:
“Y se oía, cada día, a Luisaso que decía…
Si Macarena se fuera con Cai,
La seguiría por tierra y por mar…
Que si por mar en la lancha Ceruti,
Que si por tierra en la bici de Juan…”

También recordamos entre risas uno de esos veranos nojeños que llovió, llovió y volvió a llover, así que mi madre para entretenernos a todos nos ponía las katiuscas y los chubasqueros y colocándonos en fila debíamos entornar “Oh, Astro Rey” arrodillados adorando al “invisible” sol para que saliera. Podíamos tirarnos así horas convencidos de que gracias a nosotros saldría el sol y podríamos ir a la playa ¡¡Bendita inocencia infantil!!

En resumen han sido unos días estupendos y vuelvo feliz pero con algún kilo de más ya que comí en casa de los Ortega de donde es habitual salir rodando por las cantidades ingentes de deliciosa comida, aunque mi prima Mercedes esté esquelética (todavía no he descubierto su secreto); también hay que sumar la merienda en Aliva a la que nos invitaron tía Malen y Mercedes prima con las que nos reímos muchísimo; los aperitivos de cañas y rabas con las otras primas; la alubiada con todos los García de Lago y las exquisitas cenas de Ana cuñada a las que soy incapaz de negarme, sólo lo conseguí un día…


Así que hoy, a la cama sin cenar.

martes, 8 de abril de 2014

Marrakech

Desde que empecé a trabajar, hasta que me pude permitir viajar por ocio pasaron bastantes años, al igual que muchos de vosotros tuve que asumir responsabilidades nada más empezar a trabajar en mi profesión. Que tu vida laboral comience con un hijo al que sacar adelante cambia mucho las cosas. Tus primeros sueldos no son para ir a esquiar, comprarte unos zapatos Jimmy Choo o irte cada fin de semana de escapada… te dedicas a ahorrar en la cuenta vivienda, a pagar a plazos a tu padre el coche de segunda mano a ser posible en un año mejor que en dos, a cubrir gastos de tu hijo que gracias a que vivíamos con mis padres eran menos que si viviéramos independientes y sin darte cuenta pasan los años y lo de viajar ni te lo planteas. También es cierto que gracias a los buenísimos amigos con los que he contado toda mi vida, uno de mis tesoros, esos años fueron fabulosos, cuando no estábamos en la finca de Antonio, había barbacoa en casa de Iván, cena en casa de Chuco, fiestas en la bodega de Silvia o copas con Raquel y las niñas que me salían gratis porque las servían ellas. Como veréis no me quejo, sería absurdo, sólo sé que fue diferente al resto de mis compañeros, pero es que los hitos de mi vida (comunión, carrera, hijo...) siempre han sido distintos a lo esperado, así lo ha querido el destino y en el fondo es algo que me gusta, los caminos marcados me agobian, me gusta sentirme libre…











Jaimolas era nuestra mascota,
no faltaba en ningún plan.



Por eso cuando pude viajar, para mí fue como un sueño, no me dí cuenta de lo que me aportaba hasta que volví del primer viaje. Descubrir nuevas culturas, otras razas, costumbres tan dispares a las nuestras, paisajes tan distintos a los conocidos, , otros ritmos vitales, comidas impensables, olores nuevos, gente con vivencias tan distintas a las hasta ahora conocidas…fue como abrir la caja de Pandora… cada vez quería más…hacíamos un viaje al año durante los años dorados y ahora que vuelvo a no poder permitírmelo lo echo muchísimo de menos, por eso echo mano de los recuerdos de los viajes realizados, releo los álbumes y diarios de a bordo de algunos de ellos y los vuelvo a disfrutar.

Al cocinar cous cous no puedo evitar recordar el viaje de fin de semana que hicimos un grupo de amigos a Marrakech, que puedo decir que de todos los viajes realizados, éste es el más absurdo de todos ellos.


Nos fuimos un grupo de seis amigos, cuatro del trabajo y dos externos, en principio todo pintaba bien. África, Mery, Arribas y yo éramos los conocidos y Resti y José eran los acoplados, a Resti ya le conocéis de un post anterior, es uno de mis mejores amigos y padrino de Jaimolas y José, que pasó a ser “teleamigo”, es un amigo de Arribas que se adaptó de inmediato a todos nosotros, cosa nada fácil, por cierto…Todo empezó a torcerse en el aeropuerto, nos juntamos en la cafetería y presentamos a los nuevos mientras nos tomábamos algo a la espera de la salida de nuestro vuelo, nos llevamos tan bien que empezamos con las bromas y las risas hasta que uno de nosotros dijo ¡deberíamos ir al control que se nos hace tarde!. Efectivamente íbamos muy pillados de tiempo y nos pusimos todos en modo carrera, se nos había pasado la hora de embarque pero nunca pensamos lo que pasaría por un pequeño retraso de 15 minutos… así que imaginaros nuestra cara de asombro e incredulidad cuando vimos que nuestro avión ¡¡se había ido!!.  La imagen de pringados que dimos cuando revisábamos los billetes pensando que nos habíamos equivocado de puerta de embarque era lo más de lo más cuando fuimos amablemente informados por personal del aeropuerto de que nuestro vuelo se había ido sin nosotros antes de la hora prevista para la salida de dicho vuelo. Yo jamás había visto salir un vuelo antes de su hora y no horas después como suele ser habitual.

Después del desconcierto inicial, unos se lo tomaron a risa y otros, yo incluida, nos hizo menos gracia…Nos aconsejaron que fuéramos a hablar con las chaquetas rojas de Iberia, que se supone que son profesionales preparados para afrontar situaciones críticas con demandas de pasajeros, pero esto creo que les venía grande…Imaginaros nuestra llegada, después de recorrer medio aeropuerto para intentar salir de la zona de embarque, un laberinto infernal que parece no tener fin, se fueron calentando los ánimos a lo largo de este intranquilo paseo arrastrando las maletas y con los nervios a mil, fueron dibujándose posibles causas de los sucedido: overbooking, cambio de horario de salida, nuestra estupidez supina… Total, que llegamos calentitos al mostrador. Nuestro objetivo era conseguir otro vuelo para Marrakech cuanto antes y gratis, ya que la culpa era de la línea aérea por salir el vuelo antes de tiempo. La chica, súper amable, hay que ser justos, nos intentaba explicar que los vuelos pueden salir 15 minutos antes de su hora y que por eso hay que estar una hora antes del embarque en la puerta, como nos parecía de traca dicha norma en un país en el que el retraso es el pan nuestro de cada día, se fue elevando el nivel de enfado que no de volumen, hasta que de mi boca salió: “Voy a hacer uso de mi profesión para que esto se sepa, es indignante y voy a utilizar todo lo que esté en mi mano para que la gente se entere de este abuso”  Daba el pego de profesionalidad ¿no? , ella se lo creyó hasta que Resti me dijo ¿Qué vas a hacer, un anuncio? Y todos rompimos en carcajadas… Al final conseguimos billetes para la mañana siguiente a las 7.00 h, y para relajarnos de la tensión acumulada nos fuimos a desfogarnos a Déjate Besar que como era viernes estaba de lo más animado,

Estuvimos de copas hasta las mil y esta vez si, estuvimos con una hora de adelanto en la puerta de embarque para comprobar una vez más que lo normal son los retrasos… A partir de entonces nos referíamos a este viaje como “El sábado que nos fuimos de fiesta a Marrakech”, que glamour…


De Marrakech en sí, poco os puedo contar, ya que estuvimos pocas horas, pero si os puedo decir que fue un fin de semana intenso y divertidísimo, nos reímos mucho pero es que con Arribas y teleamigo sembrados, Mery y África con sus pullitas y Resti con su habitual buen humor no podía ser de otra manera.



Hace podo tiré las babuchas pero el olor a cuero todavía persiste y es indudable que su comida me gustó tanto que el cous cous lo hago tanto en invierno con carne y verduras como en verano en ensalada y tiene mucho éxito, es mi plato estrella, así que el que quiera la receta, que además es rápida y fácil, que me lo haga saber y la publico.


sábado, 5 de abril de 2014

Diferencial

Ser diferente siempre se ha valorado mucho, sobre todo en la pubertad, donde buscamos por encima de todo ser distintos al resto, en busca de una verdadera identidad que al final se canaliza y somos uno más, pero la intención de ser diferente ahí queda. Sin ir más lejos yo tengo 2 pendientes en mi oreja derecha (pequeñitos y monos, eso sí) que me hice a los 15 años creyéndome una transgresora.

Sobre ese doble agujero mi madre nunca dijo nada, si bien es cierto que sólo me he puesto un mini aro o una bolita de plata, es más hay gente que ni se ha enterado de que lo tengo, pero cuando me puso uno falso en la parte superior de la oreja, sus recriminaciones fueron algo sutiles y discretas: “vas marcada como el ganado” era cariñoso, pero si tenía un mal día me decía dulzuras como “anda si llevas las placas de los cerdos…“. Insisto así quien no desarrollaría un carácter fuerte para hacer frente a la vida…

Pero claro, ese deseo de ser diferencial del resto me lo inculcó ella sin darse cuenta muchas veces a lo largo de mi vida. Una de las más significativas fue la decisión que tomó con respecto a mi primera comunión. Todas mis compis de clase la hacían vestidas de princesas o de monjas en la Parroquia María Magdalena, que es donde la hizo mi hermana Ana y donde me hubiera correspondido a mí... Pero no, yo la hice en verano con mi prima Lis. Hasta ahí pensaréis, bueno tampoco pasa nada... claro por que no sabéis que nos vistieron con los vestidos de gala de las pasiegas. Y que conste que no me estoy quejando por no haber ido vestida de princesa…que nunca he entendido que tiene que ver hacer la primera comunión con ir disfrazada de princesa de Disney, pero de pasiega…por muy de lujo que fuera, si al final ese vestido lo usaba para disfraces de pastora en el belén del colegio y se lo presté al resto de primas cada vez que lo querían.

Aquí se me ve feliz con Blas ¿no?

A lo que me negué en redondo fue a ser la reina de la montaña en Cabezón de la Sal, me costó lo mío librarme sobre todo por que Chiqui mi prima lo fue y me la ponían de ejemplo todo el rato. Menos mal que con 15 años pude imponer mi voluntad de no volver a vestirme de pasiega y dejé que la heroína fuera Chiqui ya que a ello todo esto del folklore siempre se le ha dado bastante mejor que a mí. No os olvidéis de que yo soy tímida y estas cosas me superan.




No he podido evitar subir esta foto, por lo guapa que está mi madre, es una pena que la calidad no sea buena pero se aprecia su belleza de todas formas ¿no?






Volviendo a la primera comunión... ¡Ojo! Que yo entiendo el amor de mis padres por su tierra, la montaña, y sus tradiciones porque las comparto pero a los 8 años, no se entiende tan bien, ni con tanta claridad... ¡Las dos iguales vestidas! con lo que nos costó a mi hermana y a mí que dejara de vestirnos como si fuéramos gemelas sólo que con 4 años de diferencia…

Como Pili y Mili

Superé ese escollo gracias al magnífico sitio en el que se celebró la comunión, ahí reconozco que poca gente ha tenido esa suerte. Sobre todo ahora echando la vista atrás y viendo que lo que crees tuyo puede dejar de serlo sin casi darte cuenta. El Palacio de Soñanes en Villacarriedo era de la familia Fernández de Velasco, y tío Nadín, el mayor de los hermanos, es el padre de Lis mi prima, hija de una de las loritos, nuestra queridísima tía Merche.

Ya os iré contando anécdotas de tía Merche por que hay muchas y muy divertidas.

Os adjunto foto del Palacio para que los que no lo conozcáis os hagáis una idea de la maravilla que es. El Magnolio gigante que veis a la izquierda era nuestro refugio cuando éramos pequeños, una maravilla, era como una cueva en la que todos los chavales nos metíamos para no estar a la vista de los mayores. En más de una ocasión nos quedamos ahí a dormir todos juntos, pero como estaba mal visto que durmieran niños con niñas, las niñas dormíamos en la Leonera que tenía 7 camas y los chicos que eran menos en otros cuartos o si se querían hacer los valientes en el jardín en tiendas de campaña, pero nunca había que esperar mucho para que subieran corriendo a dormir en las habitaciones.


Nuestros primeros miedos aprendimos a superarlos en el Palacio de Villacarriedo ya que nos poníamos retos todo el rato, sobre todo el inventor de actividades relacionadas con el miedo era mi hermano Encho, el martirizador  de todos nosotros. Una de las pruebas era bajar de noche con todo oscuro por las escaleras y ponernos delante del cuadro de los esqueletos de dimensiones gigantescas lleno de calaveras y caras de agonía y sufrimiento, que estaba sobre un ventanuco con reja que daba a las bodegas y mi hermano nos decía que eran los calabozos donde estaban los esqueletos de los prisioneros muertos. Cuando estábamos pletóricos pensando que habíamos superado la prueba, Encho agarraba a alguno por un pie diciendo que era el espíritu de un encarcelado y ahí empezaba el caos con aullidos, pataleos, carreras… no sé como Merche y Nandín seguían organizando primadas en Carriedo…unos santos, eso es lo que eran.

Tío Nadín, al día siguiente organizaba excursión andando a Selaya, donde nos llevaba directamente a Casa Macho y nos invitaba a sobaos pasiegos y quesada recién hechos hasta hartarnos, eso sí andando es un buen trecho por lo que siempre he pensado que era una estrategia para intentar agotarnos, y digo intentar porque por la noche no se libraban de más carreras y gritos por los pasillos.

La pena es que ya no puedan vivir estas experiencias las últimas generaciones, Jaime, mi hijo, por ejemplo, lo ha conocido pero no ha llegado ni a vivir allí, ni a ir a las magníficas fiestas que organizaba Nandín. La gente de Noja todavía recuerda la fiesta que se hizo en Carriedo para facilitar nuestra entrada en la pandilla. Fue impresionante, se puso una parrilla enorme debajo de un tejo gigantesco que casi acaba ardiendo, la bodega estaba custodiada por que entrábamos todos a por botellas como si fueran de agua, los camareros vestidos de pasiegos no daban abasto… pero es que fueron casi todos los primos con sus respectivos amigos, padres, tíos y amigos suyos…decían que estuvimos cerca de 500 personas. Imaginaros que maravilla. Una muestra más de la generosidad de esta familia, de compartir lo que se tiene para el disfrute de todos.


No me cabe la menor duda de que hemos sido unos afortunados por todas las cosas estupendas que hemos vivido. Y las que nos quedan…

Vitalidad y optimismo

Ya os he presentado a mi amiga Gema, la coqueta, a la que le priva todo lo relacionado con la cosmética, los tratamientos de belleza y los cuidados corporales en general, bueno pues también es la que tuvo que venir a vivir a mi zona para descubrirme todas las tiendas vitales del barrio, yo no salía del Mercadona y la gasolinera… y gracias a ella, una vez más, conozco un sitio de chinos para arreglos de ropa, que cumple con las tres bes, bueno, bonito y barato (aunque ahora se están subiendo a la parra), sólo tiene un defectillo y es que son un poco antipáticos o chinos y no entienden el carácter español, no sé, habrá que darle una pensada al asunto…

El caso es que se me ocurre llevar a Lucía de la Peña, cariñosamente apodada por mi madre como Lucía de la Greña, porque siempre estaba despeinada.

Para los que no conocéis a los Peña, hace falta una pequeña introducción, son las personas más vitales, activas y positivas del mundo y eso en la infancia puede ser entendido como hiperactividad, de ahí que Fran siempre tuviera alguna escayola y Lucía fuera despeinada sin importar la hora del día, Vicky parecía la más tranquila y digo parecía porque es otra incombustible llena de positividad además de un cañón del colorao ¿se nota que es mi ahijada? También es cierto que han vivido en el campo y eso te hace “más libre”, en La Sosiega, una casa estupenda disfrutada por todos los que conformamos esta gran familia, al ser una casa de puertas abiertas en la que todo el mundo es bien recibido y fue una gran vía de escape para los urbanitas que vivíamos en Madrid y los fines de semana entre el RACE y La Sosiega conseguíamos desfogarnos.


Lucía además de todo lo dicho, tiene un radar para los chollos y nos ha descubierto tiendas de marca, siempre de marca a ser posible, tiradas. Al igual que yo, su vida profesional empezó con un hijo bajo el brazo y eso es algo que sin duda te ayuda a  cambiar el chip sobre la economía y ambas somos de gasto con mesura y con tendencia al ahorro, así que como necesitaba hacerse algunos arreglos me la llevé a los chinos mágicos. ¡¡¡¡¡ Error !!!!!! Si los chinos no entienden el carácter español, imaginaros el de Lucía, les volvió locos… la querían echar y cada vez que preguntaba un precio la decían “tú no, tú no, tú no podel”. Ella entraba en el probador mientras me contaba a gritos la historia de la prenda en cuestión y solía ser algo así “esta falda es de Yves Saint Laurent o Loewe o Miss Sixty…  que me salió tirada o me dio mi amiga Rosa o he heredado de mi hermana…y tengo que subirle el bajo ¿Qué te parece, merece la pena? Es que 4 € me parece muchísimo por cortarla aunque tenga forro…ya está, el forro se lo corto yo y que sólo me subo la falda por 2€…”

Imaginaros a los chinos con tendencia a la bordería, no daban crédito ya que habían oído todo al igual que yo… El chino me miraba pasmado y hacía gestos de que estaba loca, cada vez que preguntaba cuanto costaba un arreglo parecía que le daban descargas eléctricas y decía “no, tú no podel pagal, mucho dinelo, mucho pala ti”. Yo me ahogaba de risa, al final el chino también se reía pero era más bien una risa con tintes de histeria.

Los que ya la conocéis os imaginaréis que ella tan pichi, encargó 5 arreglos que le han costado 15€ y aún así tenía sus dudas…no sé si me he quedado sin chollo de chinos porque me recuerden como la prima de la loca, pero espero que no aunque también imaginaréis que la que va a recoger la ropa soy yo y no Lucía de la Greña…Otra de sus habilidades, que tiene muchas, es la de hacerte la 3-14 pareciendo que te hace un favor… O como decía mi tío Carlos sobre mi padre: “tiene un pedir, que parece un dar”, y eso es un don envidiable, vale yo lo hago alguna vez pero como lo hacemos con gracia se nos perdona más fácilmente…o no…

Al salir del taller decía ¿Qué raros son, no? 

Es divertidísimo salir con ella, además de verla en acción cautivando a quien se proponga en segundos, lo que más envidio es la seguridad que tiene en sí misma. Siempre pienso que ya no me va a sorprender pero no... sigue consiguiéndolo. Todavía recuerdo un día de copas en casa de mi prima Leonor, gran aficionada a las fiestas, copas o aperitivos, cuando Lucía empieza a contar una anécdota como suya que en realidad era de Leonor y mía, pero sobre todo me quedo loca al darme cuenta de que contando la anécdota no varía una coma y menciona un ascensor que tenía cierto peso en la historia, cuando ella vive en un chaletorro sin ascensor. Muertas de risa le enfatizamos que esa anécdota nos pasó a nosotras y no a ella y nos contesta encantada y sin el más mínimo rubor, que le gustó tanto y le parece tan graciosa que la cuenta como propia… Habréis comprobado que con ella es imposible aburrirse.

Además de todo lo contado sobre ellos hay que añadir su generosidad, si les necesitas ahí están, vale que es una característica familiar, pero es que es tan difícil encontrarla fuera de nuestro entorno, que sigue llamándome la atención cuando me topo con ella.

Para muestra, un botón, cuando tuve el accidente de moto y me operaron de la pierna me acogieron en su casa con silla de ruedas e hijo incluido, con la excusa de que era verano y en Madrid me iba a morir de calor… ¡¡ Estuve 3 meses !!, todo el verano a cuerpo de reina, me trataron a las mil maravillas tanto Pity como Francis, me llevaban a las revisiones al hospital y a la farmacia, me llevaban el desayuno a la cama, recibían las visitas de mis amigos con una sonrisa y sin quejas y cuando a los 15 días mi madre tuvo el ictus y estuvo tan mala me llevaban a verla al hospital, a buscar residencia y a visitarla más tarde a dicha residencia. La definición de generosidad para esto se queda corta ¿no creéis? A todo esto tenéis que sumar su alegría y positividad que en una situación tan complicada fue una inyección de vitalidad y fuerza impagable.

Hace unos años decidimos hacer un concurso de pinchos familiar que al final instauramos como evento anual, una vez más las gallinas cluecas nos reúnen a su alrededor, haciendo familia. Los Peña nos abren La Sosiega para el evento y es una maravilla…cabemos todos y eso no es nada fácil. Vienen tíos y primos de Santander, Valladolid, León, Guadalajara y Madrid. Cada uno debe hacer tantos pinchos como asistentes haya y nunca baja de 40… a cada uno se nos asigna un número y el más votado es el ganador. La gran triunfadora hasta ahora ha sido tía Menchu y Almudena y Jaime, pero aunque quede mal decirlo, el último ¡ lo gané yo !




El diseño de la imagen del concurso y todos los elementos (Tarjetas, etiquetas del vino, delantal, trofeos…) son obra de nuestro fabuloso diseñador Iñigo Ramos y su estudio Tinta. Gracias primo por el trabajo, la ilusión y tu generosidad  




Gracias a que somos una familia tan numerosa, en Santander  también tenemos la casona del patriarca y Maliaño para las reuniones en verano, el patriarca nos recibe encantado y sus niñas son unas excelentes anfitrionas, así que en cuanto podemos organizamos un asalto y y nos reunimos todos y en Maliaño nos colamos cada vez que podemos en Hostal Alfonso. Para ser justos también se hacen primadas en Mortera así que como veréis, lo de organizar asaltos en casa de los demás se nos da fenomenal.


Ahora estamos deseando que mejore el tiempo para poder invitarnos a Simancas en casa de la jefa de nuestra pandilla, Macarena Ramos, y su fantástico cocinero Rafa.

¿Os estáis preparando primos?