Esta ha sido la pregunta
reiterativa de esta semana. Creo no equivocarme si digo que hacia el tercer o
cuarto día Arral empezó a tener la ligera certeza de que Vera está en Almería.
Para empezar desde el
principio (obviamente), debo hablaros de mis amigas y amigos. En otros post he
dado algunas pinceladas sobre mis amigos más cercanos y creo que se destila que
estoy muy orgullosa de mis amistades, son un gran tesoro y quiero decirlo
públicamente: no me merezco los amigos que tengo, son estupendos.
En este post os hablaré
de Reyes ya que gracias a ella, Arral y yo hemos convivido y disfrutado de 5
días fantásticos en Almería. Si, si Almería, a Murcia hemos ido de excursiones
pero el centro base estaba en ALMERÍA.
Reyes y yo somos amigas
desde la carrera, no, no estudiamos lo mismo, yo hice publicidad y ella
derecho, pero nos conocimos trabajando en AMEX durante el último año de carrera, para ganar unas pelillas y experiencia laboral.
Desde el primer día me
deslumbró su generosidad y simpatía, la vida con el tiempo me demostró que no
era algo normal sino más bien una especie en extinción. Vendíamos tarjetas de
American Express y ella era un hacha como comercial pero yo dejaba bastante que
desear,..Cuando no llegaba a objetivos y me desanimaba, ella me pasaba ventas
suyas para contabilizarlas como mías ¡¡Asombroso!! Además es optimista, vital y
súper positiva, ni que decir que es un cañón y que tenía a todos locos.
Pues bien, cuando supo
que no tenía nada previsto para las vacaciones de verano, me ofreció su casa de
Almería para irme unos días con quien quisiera. Nuevamente me descoloca, vale
que nuestra familia es de puertas abiertas pero entre los amigos no hay tanta
entrega ¿no?, no sé… a mí estas cosas me siguen sorprendiendo.
La pena fue no tener a
mano un mozo cañón y estupendo con el que te ríes hasta hartarte, además de
cariñoso y comprensivo, con quien irme… a falta de mi adonis particular se vino conmigo
Arral, ojo, que no está nada mal la chiquilla pero que somos primas, vaya…
Empecé a descubrir a la
Arral real en el viaje, su palabra favorita es “mierda” el porqué no lo sé,
pero que es la más utilizada puedo jurarlo. Entenderéis que el contraste es
total entre Reyes la mega optimista y alegre y Arral “la realista” quejita y
menos entregada…viví un conflicto existencial.
Las sorpresas empezaron antes de llegar a Lorca con una valla publicitaria que te anima a conocer dicho paraje. Como podéis ver es indiscutiblemente la cuna de la creatividad en su máxima potencia.
Tras la llegada la casa,
tarea ardua donde las haya, y las compras
oportunas, decidimos dar una vuelta por el barrio para localizar el acceso a la
playa. Nos cruzamos con varios naturistas que reconozco eran de edad avanzada,
pero tampoco eran como para recibir las crueles críticas de mi acompañante, a
mí me generaban hasta cariño…”míralos, pobres”… Una vez descubierto el acceso
más alejado de la zona naturista, noté que Arral se relajaba y una vez más
tranquila, pudimos regresar en armonía a casa.
Primer día gazpacho y fiambre de pollo en ristre bajamos al Playazo. Disfrutamos del sol y sobrevivimos a los baños de mar, incomprensiblemente todo sea dicho, ya que tras intentar entrar en el agua sin hacer el ridículo, osea sin caernos, hay que especificar las condiciones de entrada, primero te topas con los pedrolos en la orilla que te molían los pies, sin superar todavía este escollo, te encontrabas con la caída libre al vacío causada por un escalón a pocos pasos de la orilla y todo esto con el agua turbia que no te dejaba ver el fondo…así que imaginaros intentar hacer todo esto mientras metes tripa y haces como que nada te afecta. ¡¡Veranear en el Sur es súper estresante!! Todavía hay algún que otro bañista muerto de risa con una entrada triunfal de Arral.
Teníamos la intención de
andar por la playa pero Arral decidió que nos podían robar tanto en la playa
como en la casa ya que las zonas de veraneo son muy golosas para los
ladrones…Estas mini vacaciones que se perfilaban como de relax, empezaban a
enturbiarse como el agua del mar…y para rematar la faena, mi primuca querida
recibe un WhatsApp informándola de marea de medusas, para que queremos más…
Después de la ducha nos
acercamos a Villaricos a conocer el puerto que tampoco era del gusto de mi
acompañante. Os adjunto foto para que podáis valorarlo, a mí me gustó.
Como ya os adelanté, la
palabra mierda forma parte activa de su vocabulario y eso que es parca en
palabras...ella se desmaya en la toalla durante horas y claro por la noche
duerme poquísimo y entonces como yo duermo mis 9 horas de rigor paso a ser una
vaga. Durante sus momentos de introspección playeros yo me dedicaba a leer así
que no os extrañará saber que me he terminado un libro de 400 páginas en este
viaje. Podéis preguntarme lo que queráis sobre la segunda guerra mundial.
Entiendo el disfrute como
relax, con comida y bebida al gusto, pero no, nuestras ideas difieren hasta en
eso y tengo que oír que cada cosa que pretendo comer o beber es malísima y
engorda muchísimo, así que con el estrés al que me tuvo sometida engordé a marchas
forzadas. Pero sobre todo lo que no entiendo es esa obsesión de estar
perennemente a régimen cuando en bikini está ESTUPENDA…
Al día siguiente de
llegar fuimos a por cremas de protección, ella que ya estaba quemada se compro
una protección factor 30 y yo una 50 que según la dependienta era muy
fluida...el yeso a su lado es agua cristalina y después de la ducha sigue esa
indisoluble capa blanca por todo mi cuerpo. También compramos un fantástico gel
aftersun que resultó ser de color amarillo y que por tanto no ayuda mucho si lo
añadimos al tono blanquecino de la protección 50, pero os diré que Arral no
salió mejor parada ya que su pijama se llenó de manchurrones
verdoso-amarillentos. Conclusión los cánones de belleza varían
considerablemente de una provincia a otra. Ximena tendría que venir a hacer un
estudio en profundidad sobre el tema con cursos de formación incluidos.
Aunque no lo creáis, los
días fueron mejorando, en clima no ya que era imposible, el sol nos martirizaba
de la mañana a la noche, sin nubes ni previsión de ellas en varios días, pero los
planes se nos amontonaban… Fuimos a conocer las playas de Carbonera, Los
Muertos y Agua Amarga.
Carbonera el agua estaba
transparente pero la entrada seguía teniendo su miga. Aún así no desistimos y
nos dimos varios coles, todavía las medusas se mantenían a raya.
Si hay algo a lo que le estoy agradecida es a la existencia de la sombrilla, me ha salvado la vida y además es tan moooona, aunque mi querida prima la critique. Sin ella no habría aguantado tantísimas horas de playa. ¡¡Qué gran invento!!
De ahí nos fuimos a la playa de los Muertos, después del camino entre montañas para llegar a la playa pensamos que el nombre de la misma era meramente descriptivo con respecto al bucólico paseo de acceso y las condiciones en las que se llegaba, pero no, se debía a que las corrientes llevan a los cuerpos ahogados a esa playa. Tuvimos suerte y sólo nos topamos con algunas medusas que no lograron estropearme el baño ya que fue uno de los mejores que me dí esos días. Agua transparente, fresquita y en calma sin entradas disuasorias, un placer de Dioses.
En la foto se aprecia lo fantástica que es la playa y por qué merece la pena hacer el camino de llegada.
Superado el trance de la
vuelta al coche, nos vamos a Agua Amarga y por fin algo le gustó a Arral ¡¡Aleluya!! La verdad es que estoy de acuerdo con ella el pueblo es una monada
con las típicas casas blancas llenas de flores, chiringuitos muy animados en la
playa donde echamos cuenta de unas Mahon fresquitas que suavizaron el carácter
de la niña y la playa estupenda salvo que estaba prohibido bañarse por las
medusas.

De vuelta a Vera hicimos parada en mirador para ver Cabo de Gata, que es un alto en el camino totalmente recomendable, pero al ver las construcciones que han hecho se te cae el alma a los pies. Además de una mega fábrica hay un bloque espantoso de viviendas que está parado, al igual que muchas otras construcciones de la costa. Una pena las barbaridades que se han hecho en nuestras costas.
Una noche más ella se
enchufó a la tele y yo a la cama a leer un rato y reponer fuerzas soñando con
un día nublado.


Los desayunos en la terraza eran una gozada. Ella se encargaba del café y yo de las tostadas que nos tomábamos con aceitito y sal, la mar de agustito.
Pero en pleno éxtasis vinieron a fastidiarnos una bandada de pájaros asesinos que a mí me parecían inofensivos, pero cualquiera decía nada…
El domingo por miedo a
las aglomeraciones nos fuimos de calas hacia la zona de Murcia, dirección
contraria a la del día anterior. Los vecinos mexicanos que son un sol, nos
recomendaron la cala Cristal y nos encantó hasta que no podíamos casi ni
asomarnos al agua por la invasión de medusas. Por lo menos nos dio tiempo de un
primer remojón antes del desastre total. Visto lo visto, nos fuimos de
excursión a las cuevas de Almanzora sobre todo para ver el castillo del Marqués
de los Vélez del S.XVI, por eso de si le tocaba algo a nuestro querido Chufi…
En los alrededores
confraternicé con la población de color del pueblo, que era bastante abundante,
por cierto. Los blanquitos debían estar a la sombra ya que no vimos ni uno.
Si hay algo que defina
esta tierra son sus múltiples castillos, que a nosotras nos parecían torretas;
la cultura de pesca, les encanta pescar con caña a los adultos y con esquileros
a los peques, que no daban tregua a las medusas; el generoso uso de aceite en
su cocina, las playas de piedras y la simpatía de la gente.
El lunes, nos lo tomamos
con calma, comimos tranquilamente en casa y después nos fuimos a conocer Águilas.
La playa es estupenda, el pueblo no tanto, ya se encargó Arral de hacer que me
diera cuenta de ello. Superamos la pereza y el letargo en el que estábamos
sumidas y nos fuimos a conocer Lorca para ver el castillo iluminado por la
noche y como llegamos justo a la hora de la última visita nos quedamos sin
castillo y sin luces, pero a cambio tomamos una cerve en el parador que aunque
no era Mahou
nos gustó bastante.
Paseamos por el pueblo entre pitidos de admiradores y tomamos el mejor pulpo a la lorcana de nuestra vida.

Paseamos por el pueblo entre pitidos de admiradores y tomamos el mejor pulpo a la lorcana de nuestra vida.

Nuestro último día empezó magníficamente bien, ¡¡nublado!! pero nuestro gozo duró poco y tuvimos que suspender nuestras ansias por ir andando a Garrucha
Cada día al volver de la playa yo me iba a la piscina, sola para mí, hacia unos largos y subía fresca y feliz a casa. Arral no me acompañaba porque las piscinas no son dignas de su devoción.
Como veréis han sido unos
días estupendos a pesar de los posibles robos, las medusas, los pájaros
asesinos, las playas destroza pies, las continuas críticas en el chat familiar,
la falta de nubes, la búsqueda incansable del cigarrillo electrónico, los
excesos de calorías, la falta de comunicación, el abuso de lectura y la continua
comparativa con las magníficas playas de la tierruca. Para mí han sido unos días estupendos, ahora entiendo por qué mis amigos dicen que soy positiva.

Como cierre de aventura pasamos a conocer Caravaca de la Cruz, nos lo habían recomendado y la verdad es que es impresionante, es un pueblo precioso con castillo, santuario y barrio medieval. Alucinante. Ya habría sido de órdago que hubiéramos llegado antes de que nos cerraran la puerta del santuario en las narices…aún así nos compensó el desvío de
Por último quiero dejar claro y de forma contundente que
repetiría con Arral otra escapada encantada de la vida. Ha sido una compañía
algo refunfuñona pero estupenda.
¡¡Cuando quieras repetimos!!